Creo que es momento de enfrentar una verdad a la que muchos
le hemos huido desde tiempos inmemoriales: todos tenemos algo de Edgar Ricardo
Arjona Morales. Todos. Sin excepción. Ha llegado el momento de pedirle
disculpas a este cantautor guatemalteco que tantas cosas nos ha enseñado
mientras nosotros nos gastábamos asqueándonos –o haciendo lo que nos asqueábamos-con
sus letras y canciones. ¿Por qué? Porque este señor lleva años siendo nuestro
propio reflejo. He aquí las razones.
1. Nos ha servido de pantalla
Es muy fácil odiar a Arjona o al menos fingir que lo
odiamos. Acuérdense de él y su mirada de vista al horizonte cuando en frente de
una chica o chico pseudo intelectual nos ha hecho esa pregunta parecida al:
¿crees en Dios?... ¿te gusta Arjona? Y tú –y yo- coreando mentalmente
‘’Mujeres’’ y ‘’Señora de las cuatro décadas’’ has respondido sin dudar: ¡no!
¡nada que ver! Ese se cree poeta y sus letras no tienen sentido. Y listo. Así
fue que probablemente coronaste una noche haciéndote el joven profundo que no se
complica con ‘’poesia barata’’ sino que escucha música clásica mientras teje
una chompa.
2. Le ha hecho una canción a la menstruación.
Y la ha escrito él. « De vez en mes te haces artista dejando un cuadro
impresionista, bajo del
edredón. De vez en mes con tu acuarela, pintas
jirones de ciruelas que van a dar hasta el colchón». No hay nada que rememoré
más la experiencia caliente, sucia y tenebrosa de la regla que esta letra adornada. Y no hay
sarcasmo. Tal vez muy rococó, tal vez muy pretencioso. Pero ES lo que pasa
todos los meses. « De vez en mes a ti te da por tomar siestas, a tus hormonas
por las fiestas».
3. Es fan de Sabina
También se ha declarado admirador de Neruda, Serrat, Silvio
Rodríguez y Charly García. Pero es fan de Sabina y he ahí el punto. En 2004, en
su álbum ‘’Solo’’ hasta le dedicó una carta. Todo el mundo los enfrenta, los
convierte en némesis uno del otro y no es tan así. Puede que Arjona tenga de
Sabina y viceversa. Sí, puede que así sea. Y no se va acabar el mundo. Los dos
quieren ser poetas, al fin y al cabo.
4. La tolerancia, divina cosa
Hace 5
años, Fito Páez declaró lo siguiente a un diario argentino: «Si la ciudad le da 35 Luna Parks
a Ricardo Arjona y a Charly García le da dos, tenés que pensar qué significan
la política, los diarios, en esa ciudad, en la que hay valores que fueron
aniquilados». Y ya.
Fan o no fan de Arjona, Fito la achacó los males de un país a la decisión de
sus ciudadanos de ir al concierto de quien se les cante. Y punto. Ricardo Edgar
Ricardo Arjona Morales respondió en una carta abierta una de las mejores
‘’cuadradas’’ musicales/intelectuales/comousteddecida «El sr. Fito Páez
habla de aniquilación cultural y me menciona. De forma sospechosa señala el
inicio de este problema en su país casi de manera simultánea con el descenso
claro de su capacidad artística (...) Puede ser que usted mismo se crea su
farsa de intelectual osado, pero detrás de su arrogancia habita el irrespeto
dictador de creerse dueño de las decisiones populares (...). La música no
pertenece a las competencias de atletismo donde se miden las capacidades contra
reloj, es un asunto de gustos y de emoción. Ya quiso usted ser Charly García,
después quiso ser Almodóvar. Lamentable lo suyo señor. Lamentable
(...)".». Puede que después de escribir estas palabras Arjona haya hecho
la caminate de Beyonce en el video de Crazy in Love.
No más preguntas, señor
juez.
''¡Que contra gustos no hay
NI DEBE HABER DISPUTAS!''
NI DEBE HABER DISPUTAS!''