28 de febrero de 2013

Las chicas de la alfombra

Desde hace unos pocos meses que estoy obsesionada con cosas de alta costura, pasarelas, marcas, maquillaje, accesorios, alfombras rojas, premios de cine, Fashion Police, E! entertainment y Bradley Cooper. Sinceridad ante todo, Bradley Cooper es Bradley Cooper y creo que es suficiente con eso.

Quisiera aclarar que estar "obsesionada" no necesariamente significa estar sumamente ilustrada, prueba de eso es que casi siempre me gustan los vestidos que en Fashion Police nombran como "peores looks" Creo que no tengo mucha idea de la mayoría de cosas relacionadas a la moda, pero me encanta ver a las actrices y cantantes desfilar en la alfombra roja con todo lo que posiblemente yo jamás podré usar. O, ¿quién sabe?

De lo único que estoy segura-segura que está de moda es creerse "opinólogos" y líderes de la concientización y empatía por la sociedad. Por lo tanto, con propósito de mi propia diversión y espero la de los que leen esto (si alguien lo está haciendo) opinaré sobre los vestidos y looks de la alfombra roja de los Oscar 2013. La diferencia entre los opinólogos y esta modesta exposición, es que yo trataré de hacerlo con buena onda y sin creerme Jesús en la sinagoga.

 Nominadas a mejor actriz de reparto (la categoría que yo sueño ganar):

1.       Amy Adams


No me gusta para nada. Nada, nada. Me parece que este vestido la avejenta increíblemente. Lo mismo el peinado. O sea, ni siquiera el color es alegre y aunque recién supe quién era el día de los Oscar, me parece que tiene un rostro que da para sonreír, que debería sonreír. La cara de incomodidad de ella tampoco ayuda mucho. Yo, por mi característica torpeza, jamás hubiese elegido un vestido así. Jamás hubiese sido nominada, también vale decir.

2.       Helen Hunt


Ella tiene algo raro en el rostro. No sé. Es algo raro pero que te da confianza. Me parece increíblemente adorable y muy linda. No me acuerdo si alguna vez he visto una película suya pero cuando se habla de vestidos supongo que eso no importa. Me gusta su vestido y me recuerda al que uso Jennifer Lawrence en los SAG Awards. Su pelo parece esculpido, no se iba a deshacer por nada. Sus joyas me parecen precisas también. Siguiendo con el vestido, que es azul y el azul es un color hermoso y, me parece, un color que le queda bien a casi todas las mujeres, creo que es  increíble y acorde con su edad. Se le nota arrugado en la mayoría de fotos que encontré pero bueno, a las estrellas también les pasa.

3.       Sally Field


Este vestido hace que mis sentimientos se encuentren. No me gusta ni me disgusta. Creo que es ella la que lo sabe usar y el vestido no es tan bueno. O el vestido es  bonito pero a ella no le queda. No tengo ni idea. Lo que sí sé es que es arriesgado. El peinado me parece descuidado, como si fuera a comprar el pan por ahí en Beverly Hills. Pero el vestido es tan majestuoso (por tamaño) que hasta creo que el peinado pasa desapercibido. Lo que sí: casi ninguna, o ninguna actriz, usó un color tan llamativo y encendido. Y eso, siendo una actriz no tan joven, me parece muy bien.

4.       Jacki Weaver


Con esa hermosa sonrisa, ¿quién se fija en el vestido? Bueno, la verdad que es un vestido horrible. Creo que le sentaría mejor a una mujer alta y ella es menudita. El peinado sí me gusta, pero sus cejas me dan miedo. No importa, en serio. A mí no me importa. La amé desde que la vi en Silver Linings Playbook como la mamá del protagonista (a.k.a mi futuro esposo Bradley Cooper) y aunque su vestido me parezca horrible, ella para ahí me parece un espectacular desastre.

5.       Anne Hathaway


ZzZzZz. De verdad, Anne Hathaway me cae muy mal. No me gusta su pelo, su vestido, su casi anorexia. Me molesta que siempre gane porque ella me parece aburrida (como si la conociera de toda la vida) Sólo una persona puede ganar siempre actúe o no actúe y su nombre empieza con M y termina con eryl Streep. El color del vestido no tiene gracia, ni siquiera el corte. Parece un tubo de ensayo rosado. Y no es envidia, es "fijonería"

Nominadas a mejor actriz:

1.       Emmanuelle Riva


Qué radiante se le ve. No me atrevo a ver "Amour" porque sé que lloraría como Magdalena reloaded. Pero ella me inspira ternura. Su vestido también. Me gusta mucho, me parece bonito, aunque parece más bien una capa. Me parece apropiado para ella y lo mejor: su pelo, no se lo tiñe y se ve muy bonita.

2.       Naomi Watts


Así nos deberíamos vestir todas en el 2030. Parece Miss Marte, su vestido es como espacial. Y es hermoso. Me parece que ella tiene una silueta que es perfecta para ese vestido y se le ve muy bien. El peinado también me gusta un montón. No creo que ese vestido sea para llevarlo con rulos o un moño prolijo. Linda, Naomi. Seven days.

3.       Quvenzhané Wallis


Me demoré 15 minutos en escribir su nombre. En otras informaciones, es una niña. ¿Qué más podía usar? Siempre critico a las mujeres que visten a sus hijas pequeñas como chicas de 15 o 20. Me parece retorcido. No sé si su mamá le escogió el vestido a (mirar el nombre al principio) pero me gusta porque es sencillo y no tiene nada de espectacular. Todo menos el chal. Lo que sí estoy segura que ella debe haber elegido es el impresionante bolso de perrito.

4.       Jessica Chastain


Si me dicen que es una actriz reencarnada de los años 40 o 50, yo les creo. Si me dicen que es Jessica Rabbit quitándole lo vulgar, también les creo. Qué estilo y porte. En televisión su vestido se veía más rojo, en foto es un color más neutral. Pero es muy bonito y crea que sólo a algunas pocas mujeres les podría quedar bien, Jessica Chastain es una de ellas definitivamente. Y su pelo está perfecto, casi no importa toda la contaminación que dejaron las 50 latas de spray fijador que seguramente tuvo que usar para que se vea así. Ok, ecologistas, let me be.

5.       Jennifer Lawrence (mi favorita al final)


Creo que queda claro que ella puede caerse las veces que quiera e igual seguir viéndose deslumbrante. No sé cómo escribir lo que quiero sin que se ponga en duda mi opción heterosexual pero a esta chica todo le queda bien, ¡es absolutamente perfecta! El peinado es el que casi siempre usa en las alfombras rojas y está demás decir que le queda muy bien. Pero yo me casaría con su vestido. Es increíble y apropiado, teniendo en cuenta que sabía que iba a ganar el Oscar. Sólo tiene 22 años y  ya tiene varios premios en las manos. It's J-Law, bitch.








Ah, y este es Bradley Cooper, creo que su terno es Tom Ford. 
No sé.
Oscar a los mejores ojos.




Si piensan que este post ha sido increíblemente superficial, la verdad es que sí. No hay que tomarse todo tan en serio. Pero lo que sí hay que decir es que muchas veces se piensa que la moda es algo superfluo y demás, pero yo creo que hay todo un trabajo detrás, toda una industria respalda y alimenta su propio arte que es el de que podamos ver a estas mujeres como musas y ejemplos que llevan encima no sólo tela, sino una idea y un concepto, un trabajo, un proceso. Y como todo arte, si bien no hay que compartirlo hay que tolerarlo y a entretenerse con él, como con todo. 


 
''Keep your head up high
don't you know you are the superfly, 
And that ain't no lie 
Well it's a saturday night,
you know the feeling is right,
 don't you know we'll get so high"


21 de febrero de 2013

A quien corresponda


Si tuviera que empezar diciendo cómo te conocí, tendría que aclarar que yo te elegí para conocerte. Pero si tuviera que explicar el contexto de la elección, este post tendría, tal vez, demasiada repercusión y todo cambiaría radicalmente. No sé bien cómo continuar lo que escribo sin intentar ocultar o camuflar lo que eres, quién eres y lo que es esto. Pero seguiré con lo que has hecho, que es más importante y está a pesar de cualquier cosa y encima de todo.

Fuiste la única persona que no me juzgó ni inclinó la cabeza cuando te conté qué me estaba pasando. Y no creas que no me daba cuenta cada vez que mirabas de reojo a ver si ya había empezado a llorar o no. Que sepas que aunque parece que andas despreocupado y preparado para todo, no tienes ni pista de muchos temas. De repente por eso abrías mucho los ojos cuando me empecinaba con una idea mía. Fuiste el apoyo que nadie imaginó que serías, ni siquiera yo. No me di cuenta en qué te estabas convirtiendo hasta que me detuviste en ese estacionamiento. La verdad, ni siquiera ahora sé qué eres.

Cuando simplemente tu mirada hacia que las palabras salieran de mí y sin filtro alguno, comprendí tu practicidad. Creo que me merezco crédito por hacer que me cuentes tus propias cosas sin que te las pregunte. Tal vez era porque yo ya no tenía nada más que decir. O tal vez era porque esa manera tan tuya de reducir los problemas en energía que al final me iba a ayudar, empezó a calar cada vez más en mí. Y así fue que si algo intentaba desbarrancarme, corría a ti (literalmente) para que me hagas sentir un poco tonta, un poco exagerada y que valiera más la pena escuchar The Smiths que quejarme de lo que veía y sentía.

The Smiths, Led Zepellin, Morrisey, Ana Prada, Simply Red, Juan Luis Guerra, Carlos Vives, Stevie Wonder, Bread y, aceptémoslo: "Candela" de Chayanne. No hubiese sido lo mismo sin escuchar todo esto con el aire en la cara y con la sorpresa posterior. Con lo parco que eres, supongo que la única que pensó que fue una sorpresa fui yo. Pero valió, y el ver el mar desde un balcón, más que romántico fue alimentador. Porque conocí mucho, con la vista y adentro de donde ese balcón estaba. No creo poder seguir escribiendo esto sin querer develarte, por eso diré tan solo unas cuantas cosas más:



Gracias por verme cuando lloraba, sólo necesitaba alguien que me acompañe. Pero el abrazo también sirvió. Gracias por estar cuando necesitaba un aterrizaje forzoso. Gracias por el anonimato. Gracias por el agua y las galletas. Gracias por caminar conmigo como famosos. Gracias por las canciones, por las frases. Gracias por hacerme dar cuenta de quién perdió a quién. Gracias por ese estacionamiento. Gracias por el alucinante regalo de cumpleaños. Gracias por enseñarme tu propio espacio. Gracias por bailar conmigo (prometo que ese video jamás saldrá a la luz). Gracias por ese acento. Gracias porque Silver Linings Playbook se volvió tu película y mi película, tal vez nuestra. Gracias porque ya te he dicho todo esto y tal vez no sea necesario que lo leas. Gracias por ayudarme a procesar y tranquilizarme a pesar de todo.

Si tuviera que pensar en una sola canción, me demoraría demasiado. Por esa razón pondré la canción del baile de la película que imitamos y que nos salió casi igual. Porque sí lo hicimos. Después, una de las últimas canciones con el viento en la cara. 



''Anyone who ever held you 
would tell you the way I’m feeling 
anyone who ever wanted you 
would try to tell you what I feel inside 
the only thing I ever wanted 
was the feeling that you ain’t faking''

 



14 de febrero de 2013

Tele-realidad


No entiendo por qué a algunas personas les gusta o sienten la necesidad de segmentar todo como bueno o malo de acuerdo a sus propias ideas o en la mayoría de los casos, siguiendo las ideas de los demás. No creo que tener etiquetas en el cerebro sea malo porque a través del tiempo que llevamos viviendo, aprendemos y nos gusta discernir de lo que creemos correcto o incorrecto. Yo, por ejemplo tengo una cajita en el cerebro con música de Arjona que dice NO ABRIR JAMÁS. Pero lo que sí me parece ridículo y absurdo es la manera en cómo se intenta invalidar un gusto y subestimar a las personas por lo que siguen y por lo que genuinamente se sienten atraídos.

Existen muchos temas que podrían meterse en la olla y en los cuales muchos se basan para ofender, asquear, etc. Música, series, libros, películas y lugares, por ejemplo. De esa forma es fácil comentar esto en Twitter: Cancelaron un festival de Rock en Lima. Claro, aquí la gente prefiere escuchar reggaetón. Eso no es música. Y así con todos los temas que señalé antes. No entiendo por qué menospreciar. Tal vez todos en algún momento hayamos juzgado a alguien por sus gustos. Intentemos no hacerlo.

Pero no es la música la que quería resaltar sino algo, creo yo, que va volviéndose más cotidiano en el Perú: los realities. Pero no cualquier reality. En los últimos años (2011-2012) e incluso antes, tenemos un gran número de tele realidad en nuestra vida. No sin razón alguna, la gente los ve, por eso hay cada vez más.

De lo que quiero hablar es de los realities de competencia y convivencia que se van haciendo cada vez más populares en el país. Digamos que hubo un intento de Gran Hermano en Frecuencia Latina llamado La casa de los secretos que no tuvo éxito alguno. Lo que pasa es que en Perú jamás se hizo un Gran Hermano y es difícil enganchar al público si los participantes no son conocidos. Además, el presupuesto es bastante alto y simplemente no jala. Pero hay otro tipo de reality que se está asentando con mucha fuerza y es el reality de competencia como: Esto es guerra, Rojo y Combate.  Por decir algunos. Y para quienes piensan que esta es pura defensa a estos programas, decir que sí es una defensa. Porque me cansé de los insultos, las ofensas, la subestimación a las personas y lo poco abierta que pueden tener la mente algunas personas que juzgan por ver esto o ver lo otro, porque se hacen los correctos, los "soy más que tú porque veo, escucho y me entretienen otras cosas" Cuánto más puede costar la tolerancia en algo que no debería importar tanto: el entretenimiento. Muchos dicen que la "televisión basura" debería erradicarse de todo medio peruano, pero se adhieren a lo que habla la mayoría, a mi televisión basura me parece que pasen muertos y sangre en los noticieros de la mañana a las 7 am cuando muchos niños están tomando desayuno para ir al colegio. Y hasta la misma Verónica Linares admitió que pasan eso porque es lo que la gente quiere ver. Dicen que debería haber programas más educativos, más culturales, dicen eso los mismos que ven Jersey Shore en MTV y demás programas. No me parece mal llegar de trabajar y querer ver algo de entretenimiento, me parece mal quedarse ahí y no buscar otra cosa. Me parece peor aún la hipocresía, la gente no dice lo que ve y ve lo que no dice. Pero hay algo que pasa con estos realities como consecuencia en el Perú y en los medios,  que sería importante resaltar:

Esto es guerra:

Confieso que no me gustaba, sentía que era una copia de Combate y siempre decía que los participantes no destacaban tanto en pruebas físicas sino más bien en el modelaje y no me parecía interesante. Pero después comprendí que el hecho que un programa como 2 para las 7 haya cambiado todo su formato para adaptarlo a uno de puro reality de competencia me hizo dar cuenta de que algo estaba pasando, algo estaba teniendo tanto éxito que otra producción intentó hacer lo mismo. Si podría decirse que es una copia, eso depende de la persona que ve o compara los programas, lo que definitivamente significa Esto es guerra significa competencia a la misma hora con otro reality, significa más realities, significa otra opción. Se habla mucho de los romances, e lo que es armado y lo que no. Definitivamente hay cosas que la producción misma propicia o genera que pasen, es televisión, no hay que olvidar eso y lo que se quiere es entretener, mantenerte a la expectativa y lo han logrado.

Rojo (Fama Contra fama):

Al principio pensé que era una especie de Operación Triunfo. Luego, cuando decidí probar y ver qué era realmente, me enganché y ahora cada vez que puedo, lo veo. Creo que este reality tiene muchas cosas positivas y además, no hay que olvidar que se trata de un formato chileno exitosísimo y  el hecho que una productora peruana se haya arriesgado a ponerlo en el Perú es bueno, siempre es bueno innovar en la televisión. En cuanto a lo positivo, mencionaré, por ejemplo, el hecho de la variedad en cuanto a música que se puede ver en el programa. Estamos acostumbrados a las canciones de siempre, los bailes de siempre. Es por descontado que se cantará "El sol no regresa" de La quinta estación y que el hip hop está garantizado. Lo diferente de rojo es que los cantantes y bailarines están obligados a hacer de todo, lo cual es interesante y además aterriza a los jóvenes o personas que creen que existen dos géneros musicales, una época y un solo ritmo.

Combate:

Dejé mi favorito al último. Es que ni siquiera puedo ordenarme para explicar cómo me gusta este programa. Empecé a verlo de casualidad y desde ahí, SOY FAN. Me parece que son muchas las cosas que hacen a este programa un buen show. En principio, la química entre los conductores (Gian Piero Diaz y Renzo Schuller) que puede, de repente, ser lo más natural entro de este reality. Lo bien delimitados que están los personajes, la verdadera destreza física que hizo que modelos o chicas común y silvestres se vuelvan atléticas y con mucha aptitud para la competencia. El hecho que tal vez sea el único programa donde los participantes son jóvenes que además de ser figuras de la farándula, son empresarios, campeones, deportistas y artistas consagrados en el país. Las situaciones, bromas y cosas que suceden encajan de una manera tan espontanea que por un momento se te puede olvidar que es pura y dura televisión y para comprobarlo, solo invito a que se atrevan a verlo un día. De Combate salen las canciones de moda, de Combate se habla todos los días, Combate es referencia, guste o no, de toda la movida joven que hay en la televisión. Desde mediados de 2012, Combate hizo giras todos los fines de semana por casi todo el país con LLENOS TOTALES en cada lugar que se presentaban, fenómeno logrado tal vez por Torbellino o Nubeluz. Y eso debería satisfacer, me parece. Es bueno tener ídolos nacionales. Es paja que una chica quiera vestir la ropa de Alejandra Baigorria en lugar de gastar cientos en una marca extranjera.  Es interesante que muchos jóvenes se interesen en al automovilismo por seguir a Mario Hart. Es chévere que el chico de moda haya sido hace poco cajero de Kentucky, que viva por aquí nomas en San Luis y que tenga una cevicheria en Manchay y que más allá de todo prejuicio, las chicas nos muramos por él. Sí, hablo de Mario Irivarren.  Combate es bacán porque pegó y eso le duele a las mentes cerradas, a las personas too much para ese tipo de tele. Por favor, no seamos tan cuadrados, que eso es aburrido.


De eso más o menos se trataba lo que quería decir: una especie de monólogo porque dudo que yo desde aquí sentada y mientras escribo esto, pueda generar un debate. Otra cosa que hay que recordar es que esto de los realities es un trabajo, tal vez no como el de todos, pero es un trabajo al fin y que cuando tú desprecias un programa de televisión, desprecias a toda la gente que hay detrás de las cámaras, sonidistas, vestuaristas, maquilladores, producción, switcher, gente encargada de la limpieza, etc. Desprecias el trabajo de mucha gente que eligió dedicarse a la televisión delante o atrás de la cámara para ganarse la vida, como cualquier persona. Desprecias el trabajo de gente que quiere sacarte una sonrisa echado en tu cama en la tarde, en un restaurante o en donde sea, divertirte un rato para que dejes de tomarte todo tan en serio. O, adelante, relájate con "La función de la palabra".



Increíble.







Increíble 2.

7 de febrero de 2013

Vocaciones simultáneas


¿En serio es posible que la carrera que estudiamos en la universidad sea nuestra verdadera y real vocación? O sea, ¿tendrá esa especialidad el monopolio absoluto de nuestros deseos?  Tal vez lo que disfrutamos hacer sin casi reparar en ello, es nuestra vocación alternativa. Sólo que ni siquiera podemos convencernos de expandir esa otra pasión con el afán de, en un futuro, sostenernos de eso. Por eso estudiamos lo que estudiamos. En caso que exista la posibilidad de que la persona que está leyendo esto estudia en la universidad, en un instituto o en donde sea, una carrera que odia  por darle gusto a alguien (cualquier alguien) o por la absurda idea de la soñada rentabilidad de una especialidad, decirles que no soy ninguna transgresora si advierto que podrían estar malogrando su vida. Mi mamá siempre me dice que no importa qué hagas, si te gusta, te irá bien.

Sin acercarnos demasiado a los extremos, me parece que todos hemos soñado alguna vez con ser algo que en realidad sabíamos que no íbamos a ser nunca. Tal vez es demasiado pesimista de mi parte, tal vez hubo quienes lograron ser astronautas, profesores de sonrisa eterna, veterinarios sin residuos de suciedad, físicos cuánticos, etc. Pero es probable que a los que fuimos menos constantes y en el camino encontramos aspiraciones menos impresionantes pero apasionantes a nuestra vista y cerebro, nos haya quedado un mini-bicho-espina-cosquilla de hacer lo que alguna vez, de repente con 5 o 6 años, quisimos ser.

Yo decidí que quería estudiar algo relacionado con los medios, la prensa, la televisión, los diarios, etc., cuando tenía 9 años o un poco menos. Periodismo, así con todas las letras, a eso de los 12 años. Lo que me pasó fue algo extraño porque en simultáneo a mi decisión por el Periodismo, estaba mi intención en el show business. Sí, suena raro.

Antes de decidirme a estudiar Periodismo e incluso una vez elegida mi carrera, seguía con esa inquietud interior de ser cantante o actriz. Cualquiera. No me importaba cuál de los dos, yo quería algo relacionado a ese tipo de arte, quería ser una especie de "performer". Estuve en clases de teatro, actuación, clown, etc. Pero nunca lo vi como algo a tomar en serio, nunca fui constante con esos intentos. Tal vez porque no confiaba en mí y no está mal decirlo. Me veía chata, sin mucha gracia y definitivamente no rubia. Esos años inmaduros, cuando pensaba que había que ser perfecta para intentar algo artístico. En realidad, tal vez sigue siendo así.

Hasta que nunca más practiqué nada relacionado al canto o a la actuación. Es decir, nada académico. A veces canto cuando estoy sola porque me relaja y, bueno, actúo siempre que puedo en la vida real. Lo que intento decir es que de repente no está mal ansiar otras cosas o tal vez deslumbrarse cuando se es testigo de algo que una vez soñamos. Aquí está mi ejemplo:

Me he vuelto, repentinamente, una adicta a las alfombras rojas, Fashion Police, buscar entrevistas a actores y actrices en YouTube y en ver películas recientes para después googlear a los protagonistas para saber de sus vidas. Me pasa lo mismo cuando escucho canciones nuevas de CUALQUIER género y lo que hago es algo un poco patético: anotar el nombre de las canciones que me gustan y debatir conmigo mismo a ver si puedo intentar cantarlas. Recientemente descubrí a Roció Dúrcal y a Pasión Vega.

Desde que empecé a ponerme así (no se me ocurre otra forma de introducir) alucino cuando veo a Kate Winslet, Helen Hunt, Emily Blunt, Jennifer Garner, Claire Daines, Mila Kunis, Sofia Vergara, Jessica Chastain y mis dos últimas obsesiones: Jennifer Lawrence y Bradley Cooper (este último es adonis y desplazó a Chayanne en mi top 1 de Hombres Perfectos) Porque a veces es divertido imaginarnos a todas estas personas con vidas perfectas, porque verlas usar vestidos carísimos y ser nominadas a un Golden Globe, a los SAG Awards o a los Oscar es algo que solo puede entenderse diciendo WOW. Tienen una vida fabulosa, seguramente. Pero siguen siendo personas. Lo interesante de todo es que por unas horas y en una pantalla, se convierten en criaturas perfectas, sonrientes, impecables y son la parte ilusa de toda vida, que después y a pesar de todo, entretiene y hace soñar.

Kate Winslet

Jennifer Garner

Helen Hunt

Emily Blunt

Jessica Chastain

Jennifer Lawrence

Yo sueño con ser nominada a "mejor actriz de reparto" (no "mejor actriz" porque la aburrida de Anne Hathaway o Meryl Streep me ganarían en una) casarme con Bradley Cooper para posar juntos en la alfombra roja y decir: I'm wearing Carolina Herrera.


Bradley ''mi vida'' Cooper


Mi realidad, sin embargo, es más emocionante: ser periodista. 


"Come on babe
why don't we paint the town?
and all that jazz.
I'm gonna rouge my knees
and roll my stockings down
and all that jazz"