29 de marzo de 2012

Ser y dejar ser

Los temas polémicos me estresan. Uno siempre intenta ser imparcial pero al final, nuestra opinión pesa más. Cuando discuto, me gusta siempre tener la razón. Y cuando no la tengo, me demoro en aceptarlo. Siempre surgen más argumentos. Por lo que sé, es común dividir un debate entre gente a favor y en contra del tema en suspenso. Pero no todo siempre es blanco y negro, no todo es tan fácil. ¿Y la hora gris? Cuando no es día ni es noche, cuando no es esto ni es lo otro? Un debate está mayormente basado en hechos, las percepciones o experiencias quedan un poco relegadas. Por ello, este post no será un debate. Será una exposición de lo que pienso, lo que creo y lo que siento con respecto a una cuestión demasiado "mainstream": las corridas de toros. Siempre se habla de eso.

A mi no me dan pena los toros, como no me da pena ningún otro animal. Me conmueve más la sonrisa de un niño al que le compras un caramelo, me estremece más el ruego de un anciano por dinero. Aunque los humanos somos seres muchas veces despreciables, me identifico mucho más porque soy uno de ellos. Porque creo que tengo algunas certezas. No sé qué pensar del mundo animal, en especial de los toros. Todo lo que sé sobre animales es teoría. No sé si pueda darme pena que un toro no muera porque tal vez en el instante en que lo salvas, ese mismo animal decidirá abalanzarse sobre ti y destrozarte la cara.

Está de moda hablar sobre las corridas de toros, hace años que lo está. Está de moda, también, estar en contra de las corridas de toros, pedir firmas para prohibirlas, indignarse, hacer cadenas vía redes sociales, marchas, etc. La ambigüedad de aquellos que invalidan la "fiesta brava" es impresionante. Me pregunto cuántos de aquellos que sueltan lágrimas viendo a los toros en el ruedo, no dudan al comerse un sanguche en la esquina de su casa. Un sanguche con hartas papas fritas, lechuga, tomate, salsa tártara, kétchup, mayonesa y lo principal, por supuesto: el pollo. Aquel pollo que no dudaron en matar para que los activistas en contra de las corridas de toros coman y disfruten. He ahí la diferencia. La mayoría de animales que comemos nacieron para morir. Como dice Calamaro: Al toro le damos calidad de héroe, de ser mitológico, aquel Dios que se debate entre la vida y la muerte, que lucha. Este comentario es bastante cuestionable pero explica un punto de vista, entre tantos otros, sobre las corridas. Yo no estoy en contra. Tampoco a favor, sencillamente me da igual. Mi abuelo y mi padrino, van todos los Octubre a Acho a ver a los toros. Lo hacen religiosamente. Mi padrino por una simple herencia de gusto, tal vez. Mi abuelo porque lo vivió desde niño. ¿Cómo puedo atreverme a decirle que una parte de su vida es inválida, que no es correcta? Es sumamente relativo. La corrida de toros es algo netamente tradicional, una costumbre como tantas otras. Nos guste o no. Tu costumbre es ir a misa todos los domingos, la de otros es ir a Acho. Tu costumbre es rezarle a una imagen, a una estatua, la de otros es la de sentarse a ver un bien elaborado tercio de varas. Tan simple como eso. Si algunos creen que es una burla, una diversión ver a un animal morir. Bueno, otros creen que el MOVADEF debería ser un partido político. Hay de todo.

Pero no seamos tan ingenuos y tan absurdos de relacionarlo y tomarlo como premisa para limitar, censurar o creer conocer a la perfección a alguien. Así llegamos a leer y escuchar comentarios de gente que tacha a Vargas Llosa de pésimo escritor por ser taurino, de censurar a Serrat y Sabina por ser muy taurinos, y a tantos otros. Es como decir, La ciudad y los perros es una pésima novela porque su autor va a las corridas de toros. Es tan absurdo eso como tratar de convencer a alguien de que es físicamente imposible caminar sobre el agua. Uno cree lo que es, lo que ama, lo que le apasiona y nadie tiene derecho, cualquiera que sea su postura u opinión, a intentar cambiar la sociedad por entero a gusto de la posición de cierta gente, que en muchos casos no es nada más que una pose.




22 de marzo de 2012

Camaradería

Hace tres días empecé otra vez la universidad. Aunque tenía ganas de "hacer algo", sabía que esas ganas se irían con las primeras semanas, qué semanas, días. En conclusión, no me emocionaba demasiado la idea de volver. Jamás me ha gustado regresar a un sitio lleno de gente. Y, lo peor de todo, lleno de gente igual. Por eso odié mi primer día de clases de 5to ciclo y por eso, también, surgió el motivo de este post. Es, en verdad, una celebración.

El motivo por el cual celebro con este post nació a partir de mi experiencia en mi primer día de clases. Estaba rodeada de gente y, sin embargo, me sentía sola. No quería hablar con nadie porque todos eran clones. Las chicas con las mandíbulas caídas y hablando como taradas. Los chicos, los chicos… ¿manyas? Salí despavorida con la única satisfacción de que, al otro día, vería a mis chicas de siempre.

Es por ellas este post. Porque hace exactamente dos años las conocí. Me refiero a mis dos incondicionales en la universidad y espero, en mi vida. Tali y Brenda. Brenda y Tali. No hay como ellas dos, no hay dos personas más lindas y buenas que ellas en la UPC. Lo suscribo. Es mi blog. Tuve mucha suerte de encontrarlas. A cada una de diferente manera, obviamente. A Brenda la conocí el primer día de clases cuando los planetas se alinearon y decidieron que las dos nos equivocaríamos de salón. Entramos a una clase de Inglés pensando que era Introducción a las Comunicaciones. Cuando nos dimos cuenta de nuestro error, salimos corriendo y llegamos tarde a la clase. Qué bueno, porque nos sentamos juntas.

Tali fue un caso diferente. A ella la conocí un día después en la clase de Ética. No recuerdo cómo así empezamos a hablar, debió ser algo muy natural. Lo que sí recuerdo es que caminamos por toda la universidad y ella, sin conocerme mucho, me decía: vamos. Después de eso siguieron trabajos en grupo, en pareja, exámenes y varias cosas más. Qué bueno que no hayamos dejado de hablar.

Brenda es dulce, graciosa, empeñosa y distraída. Tali es igualmente dulce, buena imitadora, renegona cuando no le sale algo y, sobre todo, noble. Ahora, después de dos años y sin querer decir que son muchos, se cuando Brenda esta realmente interesada en algo y se cuando Tali está molesta por algo. Tali es más demostrativa que Brenda; Brenda es más impulsiva que Tali. A las dos les pido disculpas por algunas cosas tontas que he hecho o dicho durante algún trabajo o en alguna conversación. Sé que a veces me paso. A veces. Para ser especifica, a Brenda le pido perdón por haber gritado por un trabajo de Seminario y a Tali le pido disculpas por haberla hecho buscar la parte perdida de un trabajo de Lenguaje. Sé que me entienden. Gracias. Espero más chifas, más caipiriñas, más Voce y más caminos con ustedes.


El regalo para mis amigas: el techno pitufo. Porque yo odié la película pero a ellas las amo.


15 de marzo de 2012

¡Cantad, malditos, cantad!*

El trío mexicano conformado por los hermanos Vásquez Espinoza, más conocidos como Los Vásquez Sounds, volvieron a las andadas. En esta ocasión, compartieron, a través de su cuenta de Twitter, un nuevo video de la canción The show de la cantante australiana Lenka. En el nuevo clip se muestra un mejor trabajo de producción."

Perú.21

Me parece una muy bonita idea la de hacer covers de canciones. Siempre he querido hacer varios pero no sé cómo. Tal vez jamás me he atrevido a hacerlos porque solía pensar que si bien no debían ser copias fieles a la versión original, tendrían que guardar el respeto que una canción homenajeada se merece. Es decir, no convertirla en un desastre. La razón por la que destaqué esa parte de una nota de Perú.21 es por lo sorprendida que quedé después de ver el último video de Los Vásquez Sounds (http://www.youtube.com/watch?v=j5C8NxjBKJw&feature=player_embedded)

Cada video es como una escalera de calidad. No por la canción (que ni siquiera conocía) sino por la producción e interpretación. Yo puedo cantar Wannabe de las Spice Girls mientras me baño y ya estoy haciendo un cover y esos dos chinitos impresentables (no por ser chinos) de YouTube también pueden hacerlo. Pero hay algo que yo valoro más: producir un video sin mucha pompa para compartir un cover. Y si el cover sale bien y "reloaded", mucho mejor.



Aquí, una lista pequeña de covers que escuché y me fascinaron:


I thought I saw your face today (She & Him) por Inthegardenars.


El cover de mi canción favorita de She & Him. Parece que el clima y todo lo que rodea a inthegardenars (nombre de YouTube) se confabularon para que el video se vea fresco y limpio. Me gusta :) 

Change is hard (She & Him) por Ecska


Ellos dos hicieron lo que siempre he querido hacer pero por falta de capacidad y talento para el canto jamás he podido. Simplemente se juntaron e hicieron una versión un poco más rápida que la original pero linda al fin. Lo que no me gusta: too much hippie style.

 Me haces bien (Jorge Drexler) por NatU88991


Lo que me gusta aquí es que NatU88991 no tiene LA gran voz. Es una voz normal pero linda. Es el video más casero en esta lista. Además, siento que ha vuelto un poco más pop y pegajosa la canción de Drexler sin llegar a hacerla corriente y fea, por eso me gusta. 

Así estoy yo sin ti (Joaquín Sabina) por silsenda


Por fin, por fin, por fin. Hace tiempo que tenía curiosidad por escuchar canciones de Sabina en una voz menos estremecedora y perturbadora como la de él mismo o cualquier otra persona tratando de imitar su voz. Dos chicas cantando esta canción me parece casi perfecto, porque falto yo (hoy tomé "ego-cola")

Sé que para entender lo que comento se deberían escuchar las versiones originales y después el video del cover. Ni que fuera mucho trabajo. En verdad, no creo que alguien lo haga. Este es un post medio egoísta. Lo escribí porque la nota de Los Vásquez Sounds me recordó algunos covers que alguna vez vi en YouTube. Y poner "publicar" y/o "compartir" es taaan fácil que por ahí, tal vez, quién sabe, lo lee alguien.


*¡No es un insulto! Es un ligero cambio al "Danzad, malditos, danzad" de Presuntos Implicados

8 de marzo de 2012

El día de la mujer mundial

Hoy es el día internacional de la mujer. Es gracioso porque tener un día solo recuerda el hecho de ser minoría, o ser tratadas como tal. Los hombres no tienen día. O tal vez, es porque las mujeres hemos sido seres reprimidos desde siempre por el estado, las leyes, la sociedad, los hombres... si, los hombres... desde aquel cavernícola que le pega a una mujer hasta el que te dice cosas asquerosas en la calle. Es decir, igualmente cavernícola. Hoy pienso en aquella niña de 9 años (una de las tantas) que fue violada por algún (insertar el calificativo aquí) y que esta condenada a tener al bebé... forzada a convertirse en mujer de un tiempo a otro. No creo que a esa niña le agrade mucho este día, si es que sabe que existe. Pienso, también, en aquella policía que el chofer de combi subestima y maltrata. Recuerdo a las señoras que se ocupan de la limpieza en mi universidad y que son humilladas por chicas y chicos malcriados que no tienen la menor idea de lo que significa consideración. Está, también, la señora que vende ceviche en la esquina por la que pasa la combi que tomo.

Ah, las combis. Ah, los enfermos de las combis. Los enfermos en todos lados. Me acuerdo de aquel tipo que se puso a mi lado en el micro y empezó a acercarse. Me acuerdo del otro tipo que me dijo cosas al oído en el puente primavera. En el obrero que cree que me pongo falda para que me grite. En aquel cobarde que me dijo la peor grosería que me hubiese podido imaginar. ¡Cobarde! Por gritar desde un carro. ¡Depravado! Porque yo estaba con uniforme de colegio. Pienso en las mujeres que la luchan todos los días, las que (como yo) detestan los "piropos", las que trabajan, las que están enfermas, en mi madre, mis abuelas, mis amigas, todas. Incluso las huecas de mi universidad. ¡Pienso también en ustedes, chicas!

Si digo esto es porque me encantaría que todas las cosas que acabo de decir se recuerden, no solo un día sino siempre porque es con lo que las mujeres convivimos. Seamos libres siempre de querer o no querer celebrar este día. Me gusta que me feliciten, que se recuerde a todas las mujeres que han hecho historia, que recibamos regalos, una atención extra, etc. Pero, por favor, ¡la canción de Arjona no!

Hoy se va a decir, igual que en el día de la madre, el padre y San Valentín, que a la mujer se le debería celebrar todos los días. Y aunque es lindo siempre recibir una flor, un chocolate, aretes, cadenitas, tarjetas o lo que sea, creo que el regalo más grande será el respeto, el reconocimiento y la igualdad de derechos. Pero para eso falta y mucho. Hay que seguir trabajando en ello. Por ahora, no faltaran los antipáticos y aguafiestas que dirán que los regalos son materialistas, la periodista que dirá que no celebremos este día, etc. Pero es como todo y como siempre. Así que no hay que renegar aunque leer eso ya es estresante.

Por ahora, sé que en tres semanas me viene la regla y que odiaré ser mujer. Que cada vez que pienso que quiero ser mamá, me vienen las imágenes del parto a la cabeza y me arrepiento. Por ahora, veo a mujeres golpeadas y asesinadas casi a diario por televisión, sin contar las que por vergüenza o lo que sea, callan. Porque hay mujeres que la pasan mil veces peor. Pero eso, por suerte, no me detiene a nada. Celebrar el día mujer no es emocionarse por un regalito, por una canción o por un saludo. Celebrar o recordar el día internacional de la mujer es decir: Hey, con todas las injusticias y maltratos, aquí seguimos y seguiremos y pelearemos por la igualdad. No es un simple capricho ni una fecha comercial. Se ha luchado por esta fecha, por una remembranza. Y a los que condenan el feminismo les digo: si, probablemente el feminismo tiene ciertos puntos extremos. Pero recuerden que es gracias a ello que hoy las mujeres pueden cobrar herencias, trabajar, votar, elegir, ser personas. Es por el feminismo que muchas mujeres pueden sentarse en una carpeta de la universidad a estudiar y ser profesionales.

Hay de todo. Por eso, este post puede ser resumido en un tweet que leí hoy: @VeroLinaresC: Que las mujeres sean como les da la gana, felices con halagos o manden a la mierda. Que hoy pidan regalo u odien este día, pero que decidan" tal cual. Decidamos, decidamos, decidamos. En todas las cosas y en cualquier situación. Nadie tiene el derecho de decidir por nosotras, ni humillarnos y menos maltratarnos. No tengamos miedo.
¡Girl power!

Hay mujeres que arrastran maletas cargadas de lluvia,
hay mujeres que nunca reciben postales de amor,
hay mujeres que sueñan con trenes llenos de soldados,
hay mujeres que dicen que sí cuando dicen que no.

Hay mujeres que bailan desnudas en cárceles de oro,
hay mujeres que buscan deseo y encuentran piedad,
hay mujeres atadas de manos y pies al olvido,
hay mujeres que huyen perseguidas por su soledad.


1 de marzo de 2012

Un regalo más para mi hermano

Hoy no hay nada periodístico en este post. Y no me afecta. No me preocupa. Hoy es un día especial para mí. Corrijo. No solo especial. Es un día feliz, un espacio pleno y fresco entre todas las cosas que me puedan estar pasando. Cualquier cosa. Hoy mi hermano cumple 18 años. El único ángel que puedo decir que he visto y he sentido es por fin mayor de edad. Yo tengo 19 años, eso quiere decir que desde que tengo un año, tengo a mi lado a la mejor persona de este planeta. Si es que existe un Dios, se portó bien conmigo y no me hizo esperar demasiado para conocer al hombre de mi vida.

Juan Carlos es callado, pocas veces dice lo que piensa. Juan Carlos es algo irresponsable. Juan Carlos se levanta muy temprano y da vueltas por la casa. Juan Carlos prefiere no ponerse de ningún bando. Juan Carlos no toma ni fuma. Juan Carlos nunca pide nada. Juan Carlos apenas se acuerda qué es su cumpleaños.

Mi hermano es, también, un ser fascinante y pocas veces comprensible. Sin embargo, es la persona que más conozco y a la que más intento comprender. Si Juan Carlos es callado es porque no ha encontrado aún una conversación a su medida. Y no debe entenderse esto como una señal de soberbia. Lo que sucede es que a mi hermano no le gustan las hipocresías ni las pretensiones, le gusta lo auténtico. Sé que siente cuando algo es verdadero y cuando no. Si Juan Carlos es irresponsable es porque eso es lo que nos ha hecho creer. Pero, en realidad, pocos sabemos que desde que empezó a estudiar en la universidad, se ha desvelado y ha tenido notas que no esperábamos. Juan Carlos se levanta temprano, muy temprano. A las 6 de la mañana está tan lúcido como si fueran las 12. "Hay que ganarle al día", dice. Tal como nos ha enseñado nuestro papá. Juan Carlos jamás estará de un bando u otro porque prefiere la suspensión del juicio, que le dicen. La serenidad del espíritu. Juan Carlos no toma y no fuma, y no lo digo como algo resaltante y políticamente correcto, sino como un tema de constancia. Juan Carlos jamás pide ni exige cosas, no molesta, no se engríe y es tan capaz de entregar lo que tiene a quien lo necesite, como yo a pedir y pedir más. Hace unos días, Juan Carlos ni se acordaba de su cumpleaños. Pero yo se lo recuerdo.

Mira, Juanca: No es que atravesarás una metamorfosis física ni profundamente mental por cumplir 18 años. Tampoco pienses que es tan fácil decir: me voy de la casa. No es que te volverás independiente al soplar unas velas. Para mí, es un poco más sentimental y cursi que eso. Es que eres un hombre, por fin. Digo, legalmente hablando. Porque un hombre de verdad has sido desde siempre. Una buena persona has sido desde que miras con desaprobación las tonterías y cosas malas que hago. A veces creo que tú eres el hermano mayor, aquel que me enseña más de lo que cree. Aquel ser silencioso y taciturno del que todos deberíamos aprender. Tienes el temple y la seguridad que muchos tratamos de demostrar de otra manera, de una manera no tan natural como la tuya. No tan sincera y auténtica. Hoy, como desde que naciste (aunque yo tenía 1 año), me siento orgullosa de tener un hermano y amigo como tú. 

A veces me parece injusto que no todos te conozcan como nuestros papás y yo te conocemos. Sé que tenemos mucha suerte. No sé si pueda o sepa recomendarte algo ahora que eres mayor de edad. Recuerda que yo recién me estreno, ¡solo tengo 19!. Pero si algo me atrevo a decirte es que tienes todo el tiempo del mundo para equivocarte y aprender, jamás te presiones. Te digo, también, que haría cualquier cosa por ti y que, sin duda, le arrancaría los ojos a cualquier persona que intente hacerte daño, te defendería de todos y de todo. Quiero que sepas que eres la persona a la que más amo en el mundo y sin la cual no podría vivir un solo segundo. Espero que podamos hacerte feliz este día y todos tus días, no solo porque te lo mereces sino porque es gracias a ti que intentamos ser mejores, porque eres lo que nos detiene a pensar y a creer en la felicidad y no en las peles y discusiones, porque eres nuestro cable a tierra.

La primera vez que me dijiste: esa canción me gusta...


Fito Páez: Eso que llevas ahí