8 de marzo de 2012

El día de la mujer mundial

Hoy es el día internacional de la mujer. Es gracioso porque tener un día solo recuerda el hecho de ser minoría, o ser tratadas como tal. Los hombres no tienen día. O tal vez, es porque las mujeres hemos sido seres reprimidos desde siempre por el estado, las leyes, la sociedad, los hombres... si, los hombres... desde aquel cavernícola que le pega a una mujer hasta el que te dice cosas asquerosas en la calle. Es decir, igualmente cavernícola. Hoy pienso en aquella niña de 9 años (una de las tantas) que fue violada por algún (insertar el calificativo aquí) y que esta condenada a tener al bebé... forzada a convertirse en mujer de un tiempo a otro. No creo que a esa niña le agrade mucho este día, si es que sabe que existe. Pienso, también, en aquella policía que el chofer de combi subestima y maltrata. Recuerdo a las señoras que se ocupan de la limpieza en mi universidad y que son humilladas por chicas y chicos malcriados que no tienen la menor idea de lo que significa consideración. Está, también, la señora que vende ceviche en la esquina por la que pasa la combi que tomo.

Ah, las combis. Ah, los enfermos de las combis. Los enfermos en todos lados. Me acuerdo de aquel tipo que se puso a mi lado en el micro y empezó a acercarse. Me acuerdo del otro tipo que me dijo cosas al oído en el puente primavera. En el obrero que cree que me pongo falda para que me grite. En aquel cobarde que me dijo la peor grosería que me hubiese podido imaginar. ¡Cobarde! Por gritar desde un carro. ¡Depravado! Porque yo estaba con uniforme de colegio. Pienso en las mujeres que la luchan todos los días, las que (como yo) detestan los "piropos", las que trabajan, las que están enfermas, en mi madre, mis abuelas, mis amigas, todas. Incluso las huecas de mi universidad. ¡Pienso también en ustedes, chicas!

Si digo esto es porque me encantaría que todas las cosas que acabo de decir se recuerden, no solo un día sino siempre porque es con lo que las mujeres convivimos. Seamos libres siempre de querer o no querer celebrar este día. Me gusta que me feliciten, que se recuerde a todas las mujeres que han hecho historia, que recibamos regalos, una atención extra, etc. Pero, por favor, ¡la canción de Arjona no!

Hoy se va a decir, igual que en el día de la madre, el padre y San Valentín, que a la mujer se le debería celebrar todos los días. Y aunque es lindo siempre recibir una flor, un chocolate, aretes, cadenitas, tarjetas o lo que sea, creo que el regalo más grande será el respeto, el reconocimiento y la igualdad de derechos. Pero para eso falta y mucho. Hay que seguir trabajando en ello. Por ahora, no faltaran los antipáticos y aguafiestas que dirán que los regalos son materialistas, la periodista que dirá que no celebremos este día, etc. Pero es como todo y como siempre. Así que no hay que renegar aunque leer eso ya es estresante.

Por ahora, sé que en tres semanas me viene la regla y que odiaré ser mujer. Que cada vez que pienso que quiero ser mamá, me vienen las imágenes del parto a la cabeza y me arrepiento. Por ahora, veo a mujeres golpeadas y asesinadas casi a diario por televisión, sin contar las que por vergüenza o lo que sea, callan. Porque hay mujeres que la pasan mil veces peor. Pero eso, por suerte, no me detiene a nada. Celebrar el día mujer no es emocionarse por un regalito, por una canción o por un saludo. Celebrar o recordar el día internacional de la mujer es decir: Hey, con todas las injusticias y maltratos, aquí seguimos y seguiremos y pelearemos por la igualdad. No es un simple capricho ni una fecha comercial. Se ha luchado por esta fecha, por una remembranza. Y a los que condenan el feminismo les digo: si, probablemente el feminismo tiene ciertos puntos extremos. Pero recuerden que es gracias a ello que hoy las mujeres pueden cobrar herencias, trabajar, votar, elegir, ser personas. Es por el feminismo que muchas mujeres pueden sentarse en una carpeta de la universidad a estudiar y ser profesionales.

Hay de todo. Por eso, este post puede ser resumido en un tweet que leí hoy: @VeroLinaresC: Que las mujeres sean como les da la gana, felices con halagos o manden a la mierda. Que hoy pidan regalo u odien este día, pero que decidan" tal cual. Decidamos, decidamos, decidamos. En todas las cosas y en cualquier situación. Nadie tiene el derecho de decidir por nosotras, ni humillarnos y menos maltratarnos. No tengamos miedo.
¡Girl power!

Hay mujeres que arrastran maletas cargadas de lluvia,
hay mujeres que nunca reciben postales de amor,
hay mujeres que sueñan con trenes llenos de soldados,
hay mujeres que dicen que sí cuando dicen que no.

Hay mujeres que bailan desnudas en cárceles de oro,
hay mujeres que buscan deseo y encuentran piedad,
hay mujeres atadas de manos y pies al olvido,
hay mujeres que huyen perseguidas por su soledad.


1 comentario:

  1. Qué bueno compartir tu opinión y hasta algunas de tus experiencias, bien Lucía.

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''Detrás está la gente''