7 de junio de 2012

Letras que se juntan inevitablemente











Hubo un tiempo que escribía tu nombre para salvarme
para escuchar cómo sonaba junto al mio
para sentir que era castigo,
un nombre que se queda.
Entonces criaba pájaros en mi memoria
y ellos criaban a otros pájaros
y así interminable(mente),
un hermoso circulo vicioso
Y era el silencio y el vacío en los árboles
y eran los besos, los abrazos, las palabras,
eran los viejos tiempos, los buenos tiempos
los absolutos, los nuestros.
Respirar el olvido a como dé lugar,
lo inevitable
lo que no tiene, por ahora, alguna solución
y lo que espero.
Hubo un tiempo,
dos, tres, cuatro, mil quinientos
donde estuvimos hartos, colmados, llenos
de nosotros.
Entonces era y es una vana intención
esta de querer suspender a la vez dos eternidades
porque no queríamos, porque no podíamos
ahora no hay suspensión, ¿hay algo?
Para crear tantas palabras en los espejos vacíos,
solo hace falta mi imaginación y mi terquedad
para recordar que al fin y al cabo están vacíos
solo una palabra tuya.
Y los pájaros siguen volando sobre mi cráneo desquiciado
no caducan, ni siquiera vuelan un poco más lejos
siguen ahí,
como sigue todo lo que se ama y se quiere tener.
Tanta nada
en lo que antes era todo
es que cuando pienso en "antes"
parece otra vida.

Hasta olvidarme completamente de tu nombre
¿hasta olvidarme completamente de tu nombre?
"si de pronto sale de cualquier lugar,
si no sabe más que hacerme sentir mal"



''Tu nombre tan inoportuno no sabe llamar''





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