19 de diciembre de 2013

Cosas que pasan

Estoy a tres días de tomar un avión de regreso a Lima y tengo demasiadas sensaciones que me cuestan mucho explicar. No quiero irme de Madrid. Pero quiero regresar a Lima. Es raro, es casi una frase de Arjona. Pero es la verdad. Siento que me va a costar muchísimo volver a adecuarme al ritmo de vida que tenía en Lima. Europa es otro mundo, yo misma me convertí en otro mundo (más bien en otra) cuando llegué y me encanta. He cumplido 21 años acá y la chica engreída que no sabía hacer nada se quedó en el Jorge Chávez, ahí debe seguir medio destruida. Cuatro meses no es mucho tiempo, pero si los vives intensamente como yo los viví se convierten en los mejores.

Nada de esto me habría pasado si no fuese por mi prima Jessica que ha sido mi incondicional en esta aventura que ni en sueños me imaginé atravesar. Jamás pensé que llegaría tan lejos en un avión y un día cualquiera estaba tomando una limonada con mi prima en Gran Vía. Gracias a ella conocí todo lo que conozco ahora y a las personas increíbles que creo que conozco y espero seguir conociendo y así ''arjónicamente''

Madrid se ha convertido en mi segunda casa, mejor dicho en mi segundo depa. Me aseguraré de nunca olvidar todo lo que pasé aquí y aunque muero de pena por regresar, me emociona saber que la chica que llegará a Lima es otra por completo. Voy a volver, ciudad.

Probablemente y si me asalta, Laura cuente con más detalles las historias que pasaron. A veces parece que mediante ella puedo explicarme mejor. Pero dejando de lado supuestos y promesas, quiero decir que han sido los mejores cuatro meses de mi vida y que ''Madrid, Madrid, Madrid, desde este momento, se piensa mucho en ti''





''Nace una estrella nueva en Atocha''


No hay comentarios:

Publicar un comentario

''Detrás está la gente''