12 de diciembre de 2013

Indolencia sobre fuego

Cuando uno está fuera de su país, está mucho más propicia a que le agarre un ataque extremo de nacionalismo y orgullo pesado. Eso me paso a mí. No sé por qué pero estando lejos me siento mucho más feliz de ser peruana y me encanta hablar de mi país a la gente que no lo conoce. Lima, Machu Picchu, el pisco, el ceviche, la música, Gian Marco. Es genial ser peruana. Repito, me gusta sentirme peruana. 


Hasta que veo las noticias.


Hubo un incendio en La Victoria, uno muy grande. El humo puede verse desde muchos puntos de la ciudad. Sólo se habla de eso. Incluso para mí, que estoy en España, la cosa se ve realmente preocupante y junto a mis compañeras de piso, no podemos dejar de hablar de eso. Ojala se resuelva pronto, ojala nadie termine herido. Reviso otra vez las noticias y ahora veo fotos impactantes, increíbles... indignantes. Veo camiones de bomberos destartalados, mangueras rotas, chorros de agua insignificantes, rostros desanimados, uniformes remendados, la certeza de que no sólo será difícil apagar el fuego sino que es más humillante lo que hay que hacer para lograrlo.

Al otro día veo que han despedido de sus trabajos a los bomberos que salieron de ellos para realizar esa labor tan noble. Me pregunto qué esperamos o dónde estamos como país. Ser bombero es tener nobleza, ser bondadoso, ayudar a las personas sin esperar nada y arriesgando muchísimo. Lo mínimo que podemos hacer es brindarles facilidades, todo lo que necesitan. Agradecimiento más que caridad. Ser bombero es es ser un héroe, ser bombero EN EL PERÚ es ser un loco, un superviviente. 

Pueden haber muchos responsables pero más que ellos, hay personas; como las que enviaron comida a los bomberos para que puedan sonreír un poco después de horas y horas de lucha. Hagamos algo. En este momento me siento un poco mal de simplemente escribir sobre esto en lugar de hacer ALGO, lo que sea por ayudar. 

¿Qué tal si empezamos sintiéndonos orgullosos de los bomberos voluntarios peruanos? ¿Qué tal si les facilitamos las cosas dejándolos, por ejemplo, pasar con ligereza por las pistas? Sentirnos orgullosos de ellos con la frente en el alto pero la cabeza bien en su lugar, siendo conscientes de lo precaria de su situación pero estando seguros de la inmensidad de su bondad y heroísmo.



''... por un sueño postergado 
nos cansamos de luchar 
demasiada camiseta 
y cada vez menos gambeta 
la sonrisa cuesta más 
de que país estoy hablando 
las neuronas van marchando'' 


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''Detrás está la gente''