25 de septiembre de 2014

Perdón por la tristeza

Recuerda que fue hace dos años en el cumpleaños de su abuela.... que iban a entrar cuatro hombre enormes con guitarras y sombreros mexicanos. Todos se sorprenderían, su abuela más que nadie. Ese día decidió no arreglarse, toda su familia llegaría a casa pero no había ninguna razón para arreglarse. No había ningún tipo de ropa que le interesara usar, ningún peinado... ningunas ganas. 

Recuerda que esos cuatro hombres llegaron y empezaron a cantar. Parece que fue feliz por un momento solo con ver la sonrisa de su abuela. Una parte chiquita de todas las que estaban destruidas intentaba salir a respirar. Solo por ese momento. Canciones, bailes, risas, fotos. De alguna manera todos se las ingeniaban para moverse y admirar a los cantantes.

Recuerda que fueron esos mismos cuatro enormes hombres los que empezaron con uno, tal vez dos acordes de guitarra que terminaron por asfixiar a esa parte chiquita que intentaba respirar. Fue esa canción la que terminó de dispararle. 

Recuerda que corrió... que huyó hacia otra estancia, que casi se desploma, que se ponía las manos sobre el rostro y después sobre sus rodillas, que no podía parar las lágrimas, que intentaba no escuchar, que intentaba no repasar palabra por palabra en su cabeza. Recuerda que se sintió absolutamente desgraciada. 

Los cuatro hombres enormes con sombreros mexicanos solo cantaron ''Volver, volver''. Fueron tres minutos terribles. ¿Y solo por una canción? El mundo entero cabe en una canción.









''Voy camino a la locura
y aunque todo me tortura,
sé querer''





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''Detrás está la gente''