6 de septiembre de 2012

Laura in the sky con diamantes y nostalgia


Aliviaba saber que al menos la tristeza constante había desaparecido y que aquellos desplomes en los recuerdos y, sobre todo, en las palabras solo eran cuestión de momentos fugaces que Laura esperaba desaparecieran pronto para dar paso a una nueva sensación: el agradecimiento, la sonrisa de medio lado cuando se recuerdan los buenos momentos.

Cuando Laura presintió que aquello estaba por venir, se sintió nueva y diferente. Pensó que después de todo, "lo que tenga que ser que sea y lo que no, por algo será". En este caso, es decir, en el caso de Laura, comenzaba a entender atrevidamente y con mucho entusiasmo, que si bien creía en la eternidad de las peleas, no creía en la eternidad de las palabras, mucho menos de las decisiones. Pero vivir con ese hilo en la mente, en esa balanza donde se tienen algunas certezas pero también otras dudas es vivir en el limbo y no dejarse continuar, no permitirse continuar.

Laura decide rendirse, entonces, cuando la invade esa tristeza acosadora y como cada rincón es una foto, una canción, una conversación o un silencio cómplice y asesino, mira de reojo a un lugar aparentemente estable, más que una cama, un refugio donde las hora se detienen y Laura no piensa.

Primer problema: no dormirá. Tiene que estabilizarse sola y horizontalmente. ¿Para que ver hacia arriba si cuando espera que algo caiga (o  pase) no cae nada? Entonces, hunde su cara en su almohada y poco a poco todo se va empapando, hasta su cerebro.

Vuelve la sensación que no la abandona, que no se aburre de ella. Esa sensación estremecedora, la añoranza, la desorientación, al anhelo de lo que ya no es.

Laura está agotada, está cansada, se siente ignorada, obviada, una más. Laura alimenta ilusiones con una sola letra, muchas veces, con una sola oración. Pero hoy es un día más que vuelve distante entre tantos otros para recordarle que uno está en el lugar que quiso y se hizo para estar, que hay que dejar que las cosas y los asuntos caminen, que en esos andares sabrá, en algún momento, si esa sensación plena y pura volverá. Laura espera… inevitablemente. 




para quien es... también inevitablemente


''Hazte sol cercano en la distancia,
hazte en el recuerdo un leño,
y quemate en mi interior,
no quiero tener más noches frias,
ni poder tan solo en sueños,
despertame junto a vos''





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