14 de febrero de 2013

Tele-realidad


No entiendo por qué a algunas personas les gusta o sienten la necesidad de segmentar todo como bueno o malo de acuerdo a sus propias ideas o en la mayoría de los casos, siguiendo las ideas de los demás. No creo que tener etiquetas en el cerebro sea malo porque a través del tiempo que llevamos viviendo, aprendemos y nos gusta discernir de lo que creemos correcto o incorrecto. Yo, por ejemplo tengo una cajita en el cerebro con música de Arjona que dice NO ABRIR JAMÁS. Pero lo que sí me parece ridículo y absurdo es la manera en cómo se intenta invalidar un gusto y subestimar a las personas por lo que siguen y por lo que genuinamente se sienten atraídos.

Existen muchos temas que podrían meterse en la olla y en los cuales muchos se basan para ofender, asquear, etc. Música, series, libros, películas y lugares, por ejemplo. De esa forma es fácil comentar esto en Twitter: Cancelaron un festival de Rock en Lima. Claro, aquí la gente prefiere escuchar reggaetón. Eso no es música. Y así con todos los temas que señalé antes. No entiendo por qué menospreciar. Tal vez todos en algún momento hayamos juzgado a alguien por sus gustos. Intentemos no hacerlo.

Pero no es la música la que quería resaltar sino algo, creo yo, que va volviéndose más cotidiano en el Perú: los realities. Pero no cualquier reality. En los últimos años (2011-2012) e incluso antes, tenemos un gran número de tele realidad en nuestra vida. No sin razón alguna, la gente los ve, por eso hay cada vez más.

De lo que quiero hablar es de los realities de competencia y convivencia que se van haciendo cada vez más populares en el país. Digamos que hubo un intento de Gran Hermano en Frecuencia Latina llamado La casa de los secretos que no tuvo éxito alguno. Lo que pasa es que en Perú jamás se hizo un Gran Hermano y es difícil enganchar al público si los participantes no son conocidos. Además, el presupuesto es bastante alto y simplemente no jala. Pero hay otro tipo de reality que se está asentando con mucha fuerza y es el reality de competencia como: Esto es guerra, Rojo y Combate.  Por decir algunos. Y para quienes piensan que esta es pura defensa a estos programas, decir que sí es una defensa. Porque me cansé de los insultos, las ofensas, la subestimación a las personas y lo poco abierta que pueden tener la mente algunas personas que juzgan por ver esto o ver lo otro, porque se hacen los correctos, los "soy más que tú porque veo, escucho y me entretienen otras cosas" Cuánto más puede costar la tolerancia en algo que no debería importar tanto: el entretenimiento. Muchos dicen que la "televisión basura" debería erradicarse de todo medio peruano, pero se adhieren a lo que habla la mayoría, a mi televisión basura me parece que pasen muertos y sangre en los noticieros de la mañana a las 7 am cuando muchos niños están tomando desayuno para ir al colegio. Y hasta la misma Verónica Linares admitió que pasan eso porque es lo que la gente quiere ver. Dicen que debería haber programas más educativos, más culturales, dicen eso los mismos que ven Jersey Shore en MTV y demás programas. No me parece mal llegar de trabajar y querer ver algo de entretenimiento, me parece mal quedarse ahí y no buscar otra cosa. Me parece peor aún la hipocresía, la gente no dice lo que ve y ve lo que no dice. Pero hay algo que pasa con estos realities como consecuencia en el Perú y en los medios,  que sería importante resaltar:

Esto es guerra:

Confieso que no me gustaba, sentía que era una copia de Combate y siempre decía que los participantes no destacaban tanto en pruebas físicas sino más bien en el modelaje y no me parecía interesante. Pero después comprendí que el hecho que un programa como 2 para las 7 haya cambiado todo su formato para adaptarlo a uno de puro reality de competencia me hizo dar cuenta de que algo estaba pasando, algo estaba teniendo tanto éxito que otra producción intentó hacer lo mismo. Si podría decirse que es una copia, eso depende de la persona que ve o compara los programas, lo que definitivamente significa Esto es guerra significa competencia a la misma hora con otro reality, significa más realities, significa otra opción. Se habla mucho de los romances, e lo que es armado y lo que no. Definitivamente hay cosas que la producción misma propicia o genera que pasen, es televisión, no hay que olvidar eso y lo que se quiere es entretener, mantenerte a la expectativa y lo han logrado.

Rojo (Fama Contra fama):

Al principio pensé que era una especie de Operación Triunfo. Luego, cuando decidí probar y ver qué era realmente, me enganché y ahora cada vez que puedo, lo veo. Creo que este reality tiene muchas cosas positivas y además, no hay que olvidar que se trata de un formato chileno exitosísimo y  el hecho que una productora peruana se haya arriesgado a ponerlo en el Perú es bueno, siempre es bueno innovar en la televisión. En cuanto a lo positivo, mencionaré, por ejemplo, el hecho de la variedad en cuanto a música que se puede ver en el programa. Estamos acostumbrados a las canciones de siempre, los bailes de siempre. Es por descontado que se cantará "El sol no regresa" de La quinta estación y que el hip hop está garantizado. Lo diferente de rojo es que los cantantes y bailarines están obligados a hacer de todo, lo cual es interesante y además aterriza a los jóvenes o personas que creen que existen dos géneros musicales, una época y un solo ritmo.

Combate:

Dejé mi favorito al último. Es que ni siquiera puedo ordenarme para explicar cómo me gusta este programa. Empecé a verlo de casualidad y desde ahí, SOY FAN. Me parece que son muchas las cosas que hacen a este programa un buen show. En principio, la química entre los conductores (Gian Piero Diaz y Renzo Schuller) que puede, de repente, ser lo más natural entro de este reality. Lo bien delimitados que están los personajes, la verdadera destreza física que hizo que modelos o chicas común y silvestres se vuelvan atléticas y con mucha aptitud para la competencia. El hecho que tal vez sea el único programa donde los participantes son jóvenes que además de ser figuras de la farándula, son empresarios, campeones, deportistas y artistas consagrados en el país. Las situaciones, bromas y cosas que suceden encajan de una manera tan espontanea que por un momento se te puede olvidar que es pura y dura televisión y para comprobarlo, solo invito a que se atrevan a verlo un día. De Combate salen las canciones de moda, de Combate se habla todos los días, Combate es referencia, guste o no, de toda la movida joven que hay en la televisión. Desde mediados de 2012, Combate hizo giras todos los fines de semana por casi todo el país con LLENOS TOTALES en cada lugar que se presentaban, fenómeno logrado tal vez por Torbellino o Nubeluz. Y eso debería satisfacer, me parece. Es bueno tener ídolos nacionales. Es paja que una chica quiera vestir la ropa de Alejandra Baigorria en lugar de gastar cientos en una marca extranjera.  Es interesante que muchos jóvenes se interesen en al automovilismo por seguir a Mario Hart. Es chévere que el chico de moda haya sido hace poco cajero de Kentucky, que viva por aquí nomas en San Luis y que tenga una cevicheria en Manchay y que más allá de todo prejuicio, las chicas nos muramos por él. Sí, hablo de Mario Irivarren.  Combate es bacán porque pegó y eso le duele a las mentes cerradas, a las personas too much para ese tipo de tele. Por favor, no seamos tan cuadrados, que eso es aburrido.


De eso más o menos se trataba lo que quería decir: una especie de monólogo porque dudo que yo desde aquí sentada y mientras escribo esto, pueda generar un debate. Otra cosa que hay que recordar es que esto de los realities es un trabajo, tal vez no como el de todos, pero es un trabajo al fin y que cuando tú desprecias un programa de televisión, desprecias a toda la gente que hay detrás de las cámaras, sonidistas, vestuaristas, maquilladores, producción, switcher, gente encargada de la limpieza, etc. Desprecias el trabajo de mucha gente que eligió dedicarse a la televisión delante o atrás de la cámara para ganarse la vida, como cualquier persona. Desprecias el trabajo de gente que quiere sacarte una sonrisa echado en tu cama en la tarde, en un restaurante o en donde sea, divertirte un rato para que dejes de tomarte todo tan en serio. O, adelante, relájate con "La función de la palabra".



Increíble.







Increíble 2.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

''Detrás está la gente''