7 de agosto de 2014

Serrat o Sabina

Es una pregunta peligrosa. Tratar de responder: ¿quién es mejor: Serrat o Sabina? es, para mi, como responder: ¿qué brazo prefieres? ¿el izquierdo o el derecho?. Y he aquí el asunto: deshacerme de mi brazo izquierdo sería fatal... pero me quedaría el derecho que es con el que hago todo. Algo así me pasa con Sabina y con Serrat... sin Sabina ya he vivido un poco, hubo un tiempo en que lo veté porque me entristecía demasiado. Pero sin Serrat vivir ya es una cosa difícil. Estar un día sin escuchar aunque sea una canción suya es algo... raro y absurdo.

Pero quisiera aclarar que no odio a Sabina, los dos me encantan... tengo sus discos, libros, he ido a sus conciertos y solo por ellos me voy a Wong en pijama a las ocho de la mañana a conseguir entradas. Solo por ellos. Pero en todo ese enredo que es mi admiración hacia ellos está siempre flotando la duda de muchas personas que me preguntan cuál de los dos me gusta más. Mi respuesta más inmediata es Serrat. De hecho es muy gracioso porque conocí a Serrat gracias a Sabina. Al principio me era mucho más fácil escuchar a Joaquín porque me parece que su estilo es más accesible y ligero para las personas más jóvenes -yo lo empecé a escuchar a los catorce años, más o menos-... pero con Serrat se me complicaban un tanto las cosas. Fue casi como un curso intensivo y autodidacta porque lo escuchaba y lo escuchaba y poquito a poco fui entendiendo sus letras y música. Pero creo que todavía me falta mucho.

PARA MI, que he escuchado intensamente a los dos, Serrat es mucho más que Sabina en cuanto a letras... con respecto a la música no me atrevo tanto a hablar. Pero eso es lo que pienso. Creo que se debe, tal vez, a que me parece que los temas de Sabina son muy recurrentes... lo interesante es que tiene muchas formas y lados para contar esos mismos temas... que la mujer lo ha dejado, que ha tomado hasta no poder decir basta, que anda solo, cabizbajo y muy poeta andando por las calles en las que de pronto se le presenta una rosa de Lima con medias negras que lo mira y se va con el a casa... cosas poco probables salvo que estés dentro de una peli de Almodóvar o que por ahí los planetas se alineen y algo así en realidad pase.

Pero a veces es genial sentarte en el micro, ponerte los audífonos, mirar por la ventana, escuchar las canciones de Sabina y pensar que algo así pueeede que nos pase alguna vez. Pueeede. Escuchando a Sabina creo que podemos reavivar y hacer mas intenso ese deseo secreto que todos tenemos de ser un poco rock stars.

A Sabina lo quiero más en las noches, con amigos y vino. A Sabina lo quiero, me encanta y puedo ser miles de personas en una, puedo ser una pirata coja. Serrat -como escuché alguna vez- es ese chico que no puedes esperar a presentar a tus padres y que te deslumbra con fineza e inteligencia. Las letras de Serrat son más profundas y son la vida real... el amor -en muchas formas-, la suerte, el mundo, el hambre, la fiesta, la muerte. Escucharlo es darte un ventarrón de frescura y de realidad que nunca es triste pero sí cierta. A Serrat lo quiero para toda la vida... y esa verdad no tiene remedio. 





''Nunca es triste Sabina la verdad, 
no es por mí que las musas te abandonan, 
sino a causa de tu escasa habilidad que 
unas huyen y otras se descojonan. 

No hago otra cosa que pensar en ti, 
y nada mola más que tus canciones, 
pero hoy las musas han pasao de ti
andarán de vacaciones''








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